Pedro y Andrés hablaron sobre las formas de interactuar al indagar en las regiones: tomar cervezas, jugar a las cartas, saber contar chistes y otras formas para acercarse a las personas bajo estudio para departir, jugar y reír con ellas, y al mismo tiempo permearse de su cultura y conocerlas. De esas interacciones surgen afectos y relaciones de amistad. Son convivencias al calor de un fogón en que cada investigador “debe aceptar cierta alteración de su visión del mundo”, como señaló Andrés. Una interculturalidad de ida y vuelta.