El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son condiciones prevalentes, y a pesar de los recientes avances y las múltiples terapias e intervenciones disponibles, persiste una necesidad clínica no satisfecha. En años recientes ha quedado claro que hay tanto una heterogeneidad significativa en cada uno de estos padecimientos como un traslape importante en muchas de sus características clínicas e inflamatorias. En paralelo, han emergido biomarcadores clínicos e inmunológicos útiles que alertan sobre el pronóstico y la respuesta a la terapia para el asma y la EPOC. Estos biomarcadores nos permitirán tanto dirigir mejor los tratamientos existentes como identificar a los pacientes que responderán a las nuevas terapias disponibles. Los biomarcadores también facilitarán la identificación de nuevos blancos terapéuticos para desarrollos futuros. El uso de medicina de precisión en enfermedades de las vías respiratorias es ahora factible, y es un componente del cuidado a la salud personalizado en el asma y la EPOC.