La fractura de cadera es una de las patologías traumáticas más comunes en el adulto mayor y trae consigo una alta carga de morbimortalidad que impacta de manera predominante la calidad de vida e independencia para las actividades diarias, por tal motivo en el adulto mayor medir su estado funcional y capacidad cognitiva entre otros factores, constituyen puntos importantes de intervención tanto para la prevención de caídas y fracturas como para la recuperación y rehabilitación pos trauma. La fractura de cadera es una patología traumática común en la población geriátrica a nivel global, en Colombia se desconoce la verdadera incidencia de esta patología, pero a nivel mundial es una de las patologías consideradas como pandemia en el adulto mayor y es una condición de especial atención en las áreas de ortopedia y traumatología, para el año 2050 se estima que habrá 6.300.000 pacientes con fractura de cadera , hecho explicado por el aumento en la expectativa de vida (1) ; a medida que la población se acerque a los 80 años la incidencia de fractura aumentara de manera importante llegando al punto que 1 de cada 1000 personas en países desarrollados tengan una fractura proximal del fémur (2). Por lo cual uno de los puntos de atención del clínica se debe centrar en le evaluación integral de estos pacientes , pues la fractura de cadera constituye un amplio motivo de consulta en el área de urgencias y consulta externa para el médico internista , ya que esta población cursa con una o más comorbilidades al momento del diagnóstico y requieren de una valoración completa de todas las patologías(3), bien sea de forma preoperatoria o como seguimiento luego del trauma. Muchos son los factores de riesgo y predictores que dictaminan morbimortalidad en estos pacientes algunos de ellos susceptibles de intervención y prevención (4) , entre ellos la funcionalidad que desde años atrás y junto a su vinculación a la fuerza de prensión se ha constituido como herramienta importante para detectar pacientes susceptibles de mayores complicaciones y peores desenlaces tanto en postoperatorio de fractura de cadera como en otros contextos como los cardiovasculares como lo evidenció el estudio pure (5)(6)(7). La fuerza de prensión además se correlaciona de manera acertada con estados de sarcopenia (presencia de baja masa muscular esquelética), condición que favorece el riesgo de fractura y mortalidad secundaria a la misma (8).Por lo anterior el presente estudio pretende medir la fuerza de prehensión preoperatoria en paciente adultos mayores que consultan al servicio de urgencias por fractura de cadera y con ello establecer la asociación entre la fuerza de prehensión (que abarca funcionalidad, sarcopenia, estado nutricional) y desenlaces durante el postoperatorio y estancia hospitalaria. Se espera que los pacientes con baja fuerza prensión para su edad tengan más días de hospitalización, desarrollen infecciones o descompensación de alguna patología de base, mayor requerimiento de analgésicos entre otras variables. Así el handgrip alertara al clínico sobre el paciente que está en mayor riesgo de complicaciones. Especialización Hip fracture is one of the most common traumatic pathologies in the elderly and brings with it a high burden of morbidity and mortality that predominantly impacts the quality of life and independence for daily activities, for this reason in the elderly to measure their status Functional and cognitive capacity, among other factors, constitute important points of intervention both for the prevention of falls and fractures and for recovery and rehabilitation after trauma. Hip fracture is a common traumatic pathology in the geriatric population globally, in Colombia the true incidence of this pathology is unknown, but worldwide it is one of the pathologies considered as a pandemic in the elderly and is a special condition care in the areas of orthopedics and traumatology, by the year 2050 it is estimated that there will be 6,300,000 patients with hip fracture, a fact explained by the increase in life expectancy (1); As the population approaches 80 years of age, the incidence of fracture will increase significantly, reaching the point that 1 in every 1000 people in developed countries has a proximal femur fracture (2). For this reason, one of the points of attention of the clinic should focus on the comprehensive evaluation of these patients, since hip fracture constitutes a wide reason for consultation in the emergency area and external consultation for the internist, since this population it presents with one or more comorbidities at the time of diagnosis and requires a complete assessment of all pathologies (3), either preoperatively or as a follow-up after trauma.There are many risk factors and predictors that determine morbidity and mortality in these patients, some of them susceptible to intervention and prevention (4), among them the functionality that for years and together with its link to grip strength has become an important tool to detect patients susceptible to greater complications and worse outcomes both in the postoperative period of hip fracture and in other contexts such as cardiovascular, as evidenced by the pure study (5) (6) (7). The grip strength is also correctly correlated with sarcopenia states (presence of low skeletal muscle mass), a condition that favors the risk of fracture and mortality secondary to it (8). Therefore, this study aims to measure the preoperative grip strength in elderly patients who visit the emergency department for hip fracture and thereby establish the association between the grip strength (which includes functionality, sarcopenia, nutritional status) and outcomes. during the postoperative period and hospital stay. Patients with low grip strength for their age are expected to have more days of hospitalization, develop infections or decompensation of some underlying pathology, greater requirement of analgesics among other variables. Thus the handgrip will alert the clinician about the patient who is at higher risk of complications.