El traumatismo encéfalo craneano (TEC) ha sido identificado como causa desencadenante de psicosis y también como factor de riesgo y antecedente en la eclosión de esquizofrenia. Con el fin de ilustrar el diagnóstico diferencial entre estas dos posibilidades, se presenta un caso cínico y se revisa brevemente la literatura pertinente. Paciente varón de 21 años, con antecedentes familiares de esquizofrenia, sufrió un TEC severo a los 13 años y dos años después empezó a presentar delusiones de daño y referencia y alucinaciones auditivas a las que siguieron poco después, síntomas de tipo negativo. El diagnóstico diferencial entre esquizofrenia paranoide y psicosis secundaria a TEC se decantó a favor de la primera. Se requiere abarcar la mayor cantidad de elementos clínicos (anamnésicos y de exploración física), exámenes auxiliares neuropsicológicos, imagenológicos y electroencefalográficos en este tipo de disquisición clínica pues muchas veces el diagnóstico dista de ser claro. La evolución clínica del trastorno, como es usual, puede dirimir el dilema diagnóstico. Traumatic brain injury (TBI) has been identified as a causal factor in the emergence of psychosis, and also as a risk factor preceding the development of schizophrenia. In order to illustrate the differential diagnosis between these two conditions, a case report and a brief review of pertinent literature are presented are presented. A 21-year- old male patient with a family history of schizophrenia, suffered of a severe TBI at age 13, and two years later started to present referential and persecutory delusions and auditory hallucinations, followed, shortly thereafter, by negative symptoms. The differential diagnosis between paranoid schizophrenia and psychosis secondary to TBI was decided in favor of the former. In a diagnostic disquisition of this type, it is necessary to include the largest number of clinical elements (anamnestic and physical examination-related), neuropsychological, neuroimaging and electroencephalographic, besides laboratory tests, as many times the diagnosis is far from clear. The clinical evolution of the disorder, as usual, can assist in the resolution of the diagnostic dilemma.