El cambio climático representa una grave amenaza para muchos taxones, con un aumento de las temperaturas medias y la frecuencia de eventos climáticos extremos pronosticados.Los insectos pueden responder a las altas temperaturas mediante comportamientos, como inclinar sus alas fuera del alcance del sol o buscar microclimas frescos locales para termorregular, o a través de la tolerancia fisiológica.En una comunidad de mariposas en Panamá, comparamos la capacidad de las mariposas adultas de 54 especies para controlar su temperatura corporal en un rango de temperaturas del aire (capacidad de amortiguación térmica), así como evaluar el máximo térmico crítico para un subconjunto de 24 especies.La capacidad de amortiguación térmica y la tolerancia se influenciaron por la familia, la longitud del ala y el colour del ala; con Pieridae y mariposas grandes o de colour más oscuro teniendo la capacidad de amortiguación térmica más fuerte, pero Hesperiidae, mariposas pequeñas y de colour más oscuro tolerando las temperaturas más altas.Identificamos una relación entre la capacidad de amortiguación térmica y la tolerancia fisiológica, en la que las especies con mayores capacidades de amortiguación térmica tenían una menor tolerancia térmica, y viceversa. Esta interacción implica que las especies con temperaturas corporales más estables en el campo pueden ser más vulnerables a los aumentos en las temperaturas ambientales, por ejemplo, las olas de calor asociadas con el cambio climático actual.Nuestra investigación demuestra que las especies tropicales emplean diversas estrategias de termorregulación, las cuales también se reflejan en su sensibilidad a las temperaturas extremas. [ABSTRACT FROM AUTHOR]