La violencia doméstica y el maltrato infantil son problemas importantes de salud pública, con una creciente prevalencia, por este motivo, se establecerá las complicaciones de la violencia doméstica como una experiencia adversa, que produce graves efectos negativos inmediatos, profundos y duraderos en el niño, como la afectación del funcionamiento neurobiológico del cerebro, la interrupción en el desarrollo de los circuitos cerebrales y el aumento de los niveles de hormonas del estrés, que perturban la salud física y mental del niño. La violencia doméstica es un círculo vicioso que implica un desequilibrio de poder y es ejercido desde el más fuerte hacia el más débil, con el fin último de ejercer un control sobre la relación intrafamiliar creando un estrés toxico en los niños, que representa una de las experiencias adversas más grave que puede dejar huellas indelebles, que contribuyen a problemas de salud, déficit cognitivo, alteraciones del lenguaje, dificultades académicas, problemas emocionales, comportamientos autodestructivos que afectan las relaciones sociales posteriores, aumenta el riesgo de enfermedades y problemas psicosociales en la adultez. La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que la violencia es prevenible fomentando la utilización de estrategias que respalden el desarrollo de relaciones y entornos seguros, estables y de crianza para padres o cuidadores y sus hijos. [ABSTRACT FROM AUTHOR]