Los tumores carcinoides constituyen una clase morfológicamente definidos de tumores intestinales poco frecuentes, que exhiben un comportamiento menos agresivo que los adenocarcinomas intestinales; su naturaleza endocrina se reconoció muchos años después de su conocimiento. Su escasa frecuencia trae como consecuencia inmediata que sean pocos los cirufanos que se enfrentan alguna vez en su carrera a pacientes portadores de dicha afección. En 1980 la OMS, los define como tumores del sistema neuroendocrino difuso o neoplasmas benignos que muestran un mejor pronóstico que los otros carcinomas; que se caracterizan por un patrón de crecimiento particularmente lento, con afinidad argentófi/a, reacción inmunohistoquímica con marcadores específicos neuronales, y con la capacidad de expresar diferentes péptidos y aminas biogénicas.