Diversos factores indican que la cirugía cardiovascular se enfrenta a un futuro incierto. Esta inquietud existente también en EE.UU. y Europa tiene un mayor fundamento en España, debido al retraso acumulado por nuestra especialidad en las últimas décadas, si nos comparamos con otros países europeos. Con el objetivo de procurar aportar posibles soluciones que eviten un deterioro mayor de nuestra profesión, se analizan en este artículo las posibles causas para, a partir de ahí, explorar las oportunidades. Los resultados llevan a una estrategia que incluye el desarrollo de nuevas tecnologías, la educación, los cambios en los patrones para referir pacientes, nuevas aplicaciones de la circulación extracorpórea, la integración de los cirujanos en las técnicas endovasculares y el desarrollo de departamentos innovadores.