En los últimos dos años se están produciendo un amplio número de hechos políticos, económicos, financieros y sociales que están implicando un escenario de una gran incertidumbre económica y financiera, lo que se traduce en un marco de gran volatilidad para la gestión empresarial. Por ello, desde la dirección de las empresas se deben de poner en marcha las herramientas adecuadas para la gestión —y sobre todo anticipación- del conjunto de riesgos aparejados a este nuevo escenario. Riesgos hay muchos y de todo tipo y, como conocemos el riesgo es una variable inherente a la actividad de la empresa en la que en la mayoría de los casos no podemos eliminar de un modo completo, solo podemos minimizarlo o, lo que es mejor, anticiparlo. [ABSTRACT FROM AUTHOR]