Resumen: Al poner los antropólogos del diseño en conversación con los estudios sobre la raza negra, este artículo demuestra cómo un grupo de empresarios de la educación contritos en Nueva Orleans tras el huracán Katrina movilizó un excedente afectivo y narrativo racializado dentro de una economía de la información basada en rituales y protocolos de diseño. Examino cómo este grupo disidente de reformadores de la educación establecieron comunidades del diseño a través de "discursos promocionales" y muestro cómo las aspiraciones igualitarias de los diseñadores dependen de las formas de borrado empático enraizadas en narrativas de violencia espectacular y suposiciones universalistas acerca de motivaciones, conductas y capacidades de los llamados usuarios y los llamados diseñadores. Mientras es fácil elogiar los "principios de la empatía" del pensamiento del diseño por tomar seriamente la agencia y la capacidad intelectual de sus "usuarios" racializados, este artículo comparte el escepticismo de los teóricos de la anti‐negritud de los proyectos de humanización liberal y está preocupado por las cargas que implica la relación entre diseñadores y usuarios. ¿Qué es lo humano en el centro del diseño? La humanidad aquí no es una esencia compartida, no una relación igualitaria, pero en esta instancia marca un proceso a través del cual el afecto excedente y el espectáculo de la negritud es instrumentalizado y transmutado en capital racial. [diseño, raza, Nueva Orleans, educación] [ABSTRACT FROM AUTHOR]