Objetivo. Medir las desigualdades y las inequidades en la salud y en la utilización de la atención sanitaria relacionadas con los ingresos en México. Métodos. Se emplearon los datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2000 y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2006 para calcular los índices de concentración de las variables de resultados en salud y de utilización de la atención sanitaria antes y después de su estandarización. El estudio analizó 110 460 individuos de 18 años o más de la primera encuesta y 124 149 de la segunda. Las variables de estado de salud consideradas fueron la salud autoevaluada, las limitaciones físicas y la enfermedad crónica. La utilización de la atención sanitaria incluyó las visitas curativas y la atención odontológica, hospitalaria y preventiva. Los individuos se agruparon según tres medidas de estándar de vida: ingresos, riqueza o patrimonio y gasto del hogar. Otras variables independientes fueron área de residencia, región geográfica, educación, empleo, grupo étnico y seguro de salud. El análisis de descomposición permitió estimar las contribuciones de las variables independientes a la distribución de la atención sanitaria entre los individuos. Resultados. La población en peor situación económica refirió un peor nivel de salud autoevaluada y mayores limitaciones físicas, mientras que los individuos en mejor situación informaron más enfermedades crónicas y tuvieron más consultas curativas y hospitalizaciones. No se observaron cambios significativos en estos resultados entre 2000 y 2006. Según la evidencia disponible, el nivel de vida, el seguro de salud y la educación contribuyen en gran parte a la distribución desigual de la atención sanitaria. Conclusiones. A pesar de las mejoras en los patrones de utilización de la atención sanitaria, persisten inequidades en la salud y en la atención sanitaria relacionadas con los ingresos. La equidad en salud sigue siendo un reto para México. [ABSTRACT FROM AUTHOR]